Los determinantes sociales son factores para la salud. La pobreza, la falta de infraestructura sanitaria, la falta de acceso a vivienda, la desinformación y mala calidad de la educación provoca la permanencia de las enfermedades que pueden ser prevenibles. La tuberculosis es una de las enfermedades asociadas a la pobreza y el hacinamiento, sumado a ello la resistencia bacteriana a los antibióticos, vuelve a esta enfermedad una de las que cobra 1,5 millones de vidas cada año, según la OMS. Aquí le presentamos el caso de Bleisy, niña de la Amazonía ecuatoriana, un caso que tiene como mérito principal sacar a la luz aquellas historias arrinconadas, desoídas por el peso exorbitante de los discursos técnicos, académicos o políticos de la salud. Año 2020.