
Un Laboratorio Vivo para el Aprendizaje
En un mundo cada vez más desconectado de la naturaleza, la educación ambiental se ha convertido en una herramienta clave para formar nuevas generaciones conscientes de la importancia del medioambiente y la alimentación saludable. En este contexto, la huerta escolar no solo se convierte en un espacio de aprendizaje sobre el cultivo de alimentos y la microbiología del suelo, sino que también potencia otros aspectos esenciales del desarrollo infantil. A través del cuidado de la huerta, los niños y niñas fortalecen competencias sociales, afectivas y cooperativas, además de valores como la solidaridad, la responsabilidad y la empatía.
El conocimiento sobre los microorganismos y su rol en la producción agrícola también tiene un impacto en la salud de los niños. Comprender la relación entre el cultivo de alimentos y una alimentación saludable les ayuda a mejorar su nutrición y reducir el consumo de medicamentos y antibióticos innecesarios.

En este contexto, la guía emerge como una herramienta esencial para introducir a las comunidades educativas en el fascinante mundo de los cultivos y la microbiología del suelo. Para conocer más sobre esta valiosa iniciativa, se entrevistó a su autora, Silvina Alessio, que desde el año 2012 es coordinadora del proyecto Alforja Educativa Salud Escolar y Mundo Microbiano de ReAct en Latinoamérica, quien nos compartió su visión y experiencias.
El conocimiento sobre los microorganismos y su rol en la producción agrícola también tiene un impacto en la salud de los niños. Comprender la relación entre el cultivo de alimentos y una alimentación saludable les ayuda a mejorar su nutrición y reducir el consumo de medicamentos y antibióticos innecesarios.
La importancia de la huerta escolar y el mundo microbiano
El mensaje central de la guía es claro: comprender y valorar la función de los microorganismos en la vida de la tierra y su papel en la producción de alimentos saludables. La autora enfatiza que “la huerta es un laboratorio vivo” donde niños, niñas y docentes pueden interactuar con la naturaleza de manera práctica, observando directamente los procesos de cultivo y la importancia del suelo más allá de su apariencia física.
En este sentido, la guía busca transformar la educación ambiental en las escuelas, ofreciendo una perspectiva integral sobre la alimentación saludable desde su origen: la tierra. A través de esta guía, los niños pueden entender cómo la nutrición del suelo influye en el crecimiento de las plantas y por ende en la calidad de los alimentos que consumimos.

Una metodología participativa y enriquecedora
La creación de este material no fue un proceso aislado, sino que involucró el trabajo con diversas comunidades educativas. La autora nos cuenta que comenzaron explorando los conocimientos previos de los niños sobre el mundo microbiano y las bacterias en el suelo. Posteriormente, se diseñaron actividades lúdicas para profundizar en estos conceptos y permitir que los niños comprendieran la importancia de los microorganismos en la producción agrícola.
A nivel de políticas educativas, se han dado pasos significativos para fomentar proyectos como este. En algunos lugares, ya existen resoluciones ministeriales que establecen la necesidad de incluir huertas en las escuelas como espacios de aprendizaje vivencial y colaborativo. Sin embargo, aún queda camino por recorrer para que estas iniciativas sean más accesibles y sostenibles a largo plazo.
El impacto del proyecto ha trascendido fronteras, expandiéndose a diferentes países y despertando el interés de docentes y comunidades que buscan implementar huertas escolares como herramientas pedagógicas.

Consejos para iniciar una huerta escolar
Para quienes desean implementar una huerta escolar pero no saben por dónde empezar, la autora enfatiza que no es necesario contar con grandes extensiones de terreno. “Se pueden realizar huertas en macetas, llantas recicladas o cualquier espacio disponible”. Además, la guía ofrece un capítulo detallado sobre cómo comenzar una huerta desde cero, incluyendo preparación del suelo, elección de semillas y estrategias de siembra adecuadas para cada estación.
Impacto en los niños: aprendizaje, motivación y salud
Uno de los aspectos más destacados de la guía es cómo la huerta escolar impacta en el aprendizaje y la motivación de los niños. La autora señala que esta experiencia deja una huella imborrable en los estudiantes, permitiéndoles conectarse con la tierra y comprender procesos naturales que de otro modo pasarían desapercibidos.
Todas las áreas curriculares pueden ser integradas en la huerta, convirtiéndola en un espacio en donde los distintos aprendizajes confluyen de manera práctica y significativa. De esta manera, no solo se adquieren conocimientos sobre el suelo y los cultivos, sino que se fomenta una educación más integral y experiencial.
La guía representa una valiosa herramienta educativa que permite a las comunidades escolares acercarse a la naturaleza de manera práctica y significativa. A través de una metodología participativa, promueve el aprendizaje integral sobre el cultivo de alimentos y la microbiología del suelo, fortaleciendo el vínculo de los niños con la tierra y su propio bienestar. Sin duda, una guía esencial para cualquier docente o institución que desee transformar la educación desde una perspectiva más ecológica y sostenible.


Autora: Silvina Alessio – Argentina
Psicopedagoga, especialista en Entornos Virtuales de Aprendizaje. Diplomada Superior en Ciencias Sociales con mención en Constructivismo y Educación. Facilitadora de formación docente, talleres con infancias y comunidades sobre promoción de la salud.
Desde el año 2012, coordina el proyecto Alforja Educativa Salud Escolar y Mundo Microbiano de ReAct en Latinoamérica.