Hacia modelos agroalimentarios sostenibles y saludables
El próximo 24 y 25 de septiembre, Cuenca será el escenario del Taller “Hacia modelos agroalimentarios sostenibles y saludables”, un espacio de diálogo que reunirá a guardianes de semillas, productores, veterinarios, agroecólogos, nutricionistas, chefs y académicos de diversas organizaciones. Entre ellas destacan el Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA), el Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario y ReAct Latinoamérica, quienes, junto a otros actores, trabajarán en el diseño colectivo de un programa de formación que articule ciencia y saberes comunitarios para transformar la forma en que producimos y consumimos nuestros alimentos.
La urgencia de transformar cómo producimos y consumimos
La manera de producción, distribución y consumo de alimentos define no solo nuestra salud, sino también el equilibrio de los ecosistemas y el bienestar de nuestras comunidades. El modelo agroindustrial dominante, basado en monocultivos, uso intensivo de agroquímicos y antibióticos, deforestación, cadenas largas de distribución y ultra procesamiento de alimentos, ha generado impactos profundos: pérdida de biodiversidad, contaminación de suelos y aguas, crisis climática y el aumento de enfermedades relacionadas con la degradación de los ecosistemas y dietas ultra procesadas.
Frente a esta realidad, los modelos agroalimentarios sostenibles y saludables aparecen como una necesidad impostergable y urgente. Estos modelos integran prácticas agroecológicas, promueven la biodiversidad, rescatan saberes ancestrales y comunitarios, y se articulan con el entendimiento del microbioma para comprender cómo lo que cultivamos y comemos influye en nuestra salud y en la regeneración de la vida.

Cifras que alertan
- Más del 70% de los antibióticos que se producen en el mundo se usan en la cría de animales para consumo humano. En 2019, el uso global de antibióticos en la ganadería se estimó en aproximadamente 110.777 toneladas. Aproximadamente el 80% de esos antibióticos se excretan a través de las heces de los animales y se depositan en suelos y aguas.
- En cuanto a biodiversidad, la agricultura intensiva es identificada como la fuente principal de pérdida de especies: afecta a unas 24.000 de las 28.000 especies en riesgo de extinción a nivel global.
- Además, se ha observado una caída promedio de 69-73% en poblaciones de vertebrados silvestres durante los últimos 50 años, atribuida entre otros factores a la expansión agrícola, destrucción del hábitat y contaminación.
- Alrededor del 59% de todas las especies de la Tierra, incluyendo microbios, y plantas, viven en el suelo. Cuando los sistemas agropecuarios degradan el suelo, sea por monocultivos, uso excesivo de agroquímicos, restos de antibióticos, labranza intensiva o pérdida de cobertura vegetal, no solo se pierde materia fértil, sino que también se altera el microbioma que sostiene nutrientes, estructura del suelo, ciclo del agua, la capacidad de los ecosistemas para regenerarse y la biodiversidad.
Estas cifras revelan que, sin una transformación profunda en nuestros modelos agroalimentarios, los problemas se intensifican: aceleración de la resistencia bacteriana, suelos degradados, ecosistemas en peligro, dietas menos nutritivas y comunidades más vulnerables.

Taller: co-creando aprendizajes y compromisos
En respuesta a estos desafíos, organizaciones como el Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA) y el Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario se han aliado con ReAct Latinoamérica para trabajar en un proceso colectivo, centrado en construir un programa de formación que capacite a profesionales, productores, estudiantes y personas relacionadas a la producción y consumo de alimentos.
El taller de co-creación es parte clave de este proceso. Durante dos días, participantes diversos (guardianes de semillas, agroproductoras/es, veterinarios, agroecólogos, nutricionistas, chefs) trabajarán juntos para diagnosticar, imaginar y diseñar los contenidos, metodologías y valores de un programa formativo capaz de responder con urgencia a los problemas actuales: la resistencia bacteriana, la pérdida de biodiversidad, los suelos degradados y la crisis de salud ligada a dietas poco saludables.
Este programa de formación no es una oferta aislada; integra varios componentes que dialogan entre sí:
- Taller de co-creación, donde se construyen colectivamente los módulos, la visión y los compromisos.
- Diplomatura en alianza académica con la Universidad de Rosario que formaliza la propuesta educativa.
- Concurso universitario, para que las y los jóvenes comuniquen ciencia, creatividad y compromiso social.
- Actividades especiales para el 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, con eventos, materiales divulgativos y reflexión pública.

Invitación a la acción
Cada acción cuenta: desde el productor que cuida su semilla, el consumidor que prefiere alimentos frescos y diversos, el profesional que incorpora prácticas de buen uso de antibióticos, hasta las instituciones que promueven políticas públicas. Si aspiramos a sistemas agroalimentarios sostenibles y saludables, es imprescindible que todas estas piezas funcionen coordinadamente.
Este programa de formación surge como una oportunidad para sumar fuerzas, compartir saberes y crear herramientas duraderas que no solo respondan al presente, sino que prevengan los daños futuros. Mano a mano, podemos avanzar hacia un modelo que nutra la vida, regenere la tierra y fortalezca la salud humana, animal y ambiental.

