Encuentro por el Agua
Un llamado a la acción por la RAM y la salud planetaria
Los humanos, animales, plantas y microbios somos parte del tejido de la vida y de la Madre Tierra junto con sus ríos, mares y montañas, y al tiempo que se afecte algún hilo de esta trama seremos afectados de igual manera. En este sentido, la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) es un problema de salud global y planetario que es expresión de la guerra que el ser humano le ha declarado a las bacterias con el uso indiscriminado de antibióticos en la atención médica y en la producción intensiva de animales y cultivos. Este abuso de antibióticos presiona e induce la selección de bacterias y genes de resistencia cuyo efecto son la generación de infecciones intratables responsables de 1.27 millones de muertes anuales(1).
Esta situación se ve agravada por la matriz de relaciones sociales hegemónicas que promueven el abuso, contaminación, degradación y mercantilización del agua. La falta de acceso a agua limpia y segura, junto con la carencia de servicios de saneamiento básicos de higiene tanto en las comunidades, como en los servicios de salud y en la ganadería intensiva representan factores determinantes que aumentan la carga de infecciones y que contribuyen a la proliferación de la RAM. Simultáneamente, la contaminación de cuerpos de agua y acuíferos con residuos de antibióticos, ocasionada por la gestión deficiente de los desechos en instituciones médicas, plantas de fabricación de antibióticos, operaciones de acuicultura y desechos de la ganadería intensiva, promueve la diseminación de genes y bacterias resistentes en el ambiente. Según datos de la OMS y UNICEF, durante el 2022 en América Latina y el Caribe hubo 69.1 millones de personas que no disponían de servicios básicos de saneamiento y 15.6 millones de personas que no contaban con un servicio básico de agua(2).
Por otro lado, son las comunidades campesinas, los pueblos originarios, las poblaciones organizadas quienes, en medio de la afectación de su soberanía cultural, alimentaria y territorial, se han organizado para defender el patrimonio natural de aquellas actividades que lesionan y alteran el frágil equilibrio de la Madre Tierra, que en el marco de Una Sola Salud, implica poner en riesgo la salud y la vida de las comunidades, siendo las más vulnerables la niñez y las poblaciones más pobres. Cientos de comunidades a lo largo de toda América Latina han levantado su voz de protesta y resistencia frente a proyectos extractivistas que ponen en riesgo el agua, los suelos, el aire, porque entienden que de ello depende la salud y supervivencia propia y de las poblaciones cirundantes.
Es necesario comenzar a conectar aquello que aparenta desconectado. La resistencia a los antibióticos, la contaminación ambiental, la crisis hídrica, la crisis alimentaria, el cambio climático y muchas otras enfermedades de nuestra Madre Tierra se derivan del tratamiento destructivo que nuestras sociedades de mercado le han dado a lo viviente y no viviente. Es por ello que para este 22 de marzo que celebramos el Día Mundial del Agua escuchamos las voces de la Tierra, las voces de nuestras comunidades, artistas, académicos y profesionales que resisten en el vasto territorio latinoamericano y caribeño y que se alzan para construir otros mundos posibles dónde la salud, el agua, el ambiente y el alimento sano sean un derecho y no un privilegio.
- Murray CJL, Ikuta KS, Sharara F, Swetschinski L, Aguilar GR, Gray A, et al. Global burden of bacterial antimicrobial resistance in 2019: a systematic analysis. The Lancet. 12 de febrero de 2022;399(10325):629-55.
- WHO, UNICEF. Wash data. 2022 [citado 6 de marzo de 2024]. Joint Monitoring Programme for Water Supply. Disponible en: https://washdata.org/