La metáfora a través del arte: del paradigma a la realidad
Danzando con las Bacterias
La ciudad de Cuenca fue escenario ideal para la puesta en escena de la obra de danza, música, ciencias y teatro “Danzando con las Bacterias” un evento impulsado por ReAct Latinoamérica, el Instituto de la Salud Socio Ambiental – INSSA, el grupo Ensamble del Viento de la Universidad de las Américas, con el auspicio de la Alcaldía de Cuenca y el Consejo Cantonal de Salud.
Esta obra convocó a decenas de artistas que a través del arte proponen dar a conocer la sinergia entre lo tangible y lo invisible, trayendo a la realidad la importancia de danzar con nuestras bacterias, una iniciativa desarrollada por el grupo Reimaginando la Resistencia, formado por colaboradores a nivel mundial.
Existen millones y millones de bacterias en nuestro cuerpo y el planeta. No las vemos y usualmente tampoco las sentimos; las bacterias están ahí trabajando colectivamente para sostener los ciclos de la vida y la salud humana. Es así como nace la metáfora de reimaginar la resistencia, un concepto que permite entender el mundo de lo diminuto y lo invisible que ha habitado desde siempre.
Las bacterias son las primeras habitantes del planeta, la forma de vida más abundante y la mitad de lo que somos, es por esto qué a través de esta metáfora abandonamos la guerra con las bacteria y aprendemos a danzar con ellas, una propuesta de Satya Sivaraman – Comunicador en salud con sede en India, asesor de comunicación de ReAct Asia-Pacífico, forma parte de una red global de universidades y organizaciones que busca iniciar acciones públicas y políticas sobre la resistencia a los antibióticos.
Para Satya, las bacterias no son sólo sinónimo de enfermedad y muerte, son parte de un antiguo y riquísimo ecosistema de organismos indispensables para toda la vida en la Tierra.
Pero… ¿cómo danzamos con la bacterias?, aunque suene irreal, el arte, esa misteriosa amalgama de sonidos, imágenes, ideas y sentimientos, inunda nuestros sentimientos convirtiéndose en vida propia. Hoy la vida nos invita a danzar con las bacterias, a sacar nuestros talentos natos en esta multiritmica danza entorno a la salud.
¿Cómo surgió la idea de Danzando con las Bacterias?
La idea de danzar con bacterias se basó en el trabajo que se estaba realizando como parte del grupo Reimaginando la Resistencia dentro de ReAct desde 2007. Incluso antes de eso, remontándonos a los primeros días de ReAct en 2006, algunos de nosotros comenzamos a cuestionar el uso de la palabra “guerra” como metáfora.
En la metáfora de la guerra, las bacterias son vistas como “enemigos” que deben ser “eliminados” por completo mediante antibióticos. Y la resistencia bacteriana se considera un problema porque es un obstáculo para la eliminación total de las bacterias patógenas. Pero sentimos que la metáfora de la guerra no captaba completamente la comprensión científica real de cómo las bacterias se relacionan con la medicina, particularmente con los antibióticos: cómo surge la resistencia y cómo los humanos pueden superar el problema de la resistencia bacteriana a través de formas alternativas.
Algo que quedó muy claro en la literatura científica, en particular en los hallazgos sobre el papel del microbioma en el cuerpo humano y la ecología microbiana, fue que la resistencia bacteriana era un problema ecológico; en otras palabras, la interacción humano-bacteria es un sistema dinámico, no lineal.
Cuando los humanos usan antibióticos para curar enfermedades, las bacterias responden mediante el mecanismo evolutivo de la selección natural; en este caso, se trata de hecho de selección artificial porque a medida que utilizamos más antibióticos, seleccionamos activamente las bacterias más resistentes para sobrevivir. Por lo tanto, la propagación de bacterias resistentes depende directamente de la cantidad de antibióticos que estemos usando. Es una compensación, por supuesto, porque si bien los antibióticos son necesarios para salvar vidas, también implican la inevitable selección de bacterias resistentes.
Arturo Quizhpe, Satya Sivaraman y Alexis Zapata en la presentación de la obra Danzando con las Bacterias en la ciudad de Cuenca.
Para describir la resistencia a los antibióticos como un problema ecológico y comenzar a buscar inspiración en el arte (música, danza, pinturas, escultura) y así encontrar una alternativa a la metáfora de la guerra, empezamos a identificar artistas de todo el mundo que trabajaban en temas bacterianos.
En 2008 publicamos un informe llamado Microbios y Metáforas, la primera recopilación de todo la exploración realizada para entender qué estaba pasando en el mundo del arte y cómo los artistas miran a las bacterias. Posteriormente, en 2015, ReAct Asia Pacifico llevó a cabo un proyecto en Chiang Mai, Tailandia, sobre el uso de la jardinería como una forma de ayudar a las personas a comprender cómo funciona el cuerpo humano, la idea era mostrar la similitud del cuerpo con el suelo y cómo el cuerpo debía ser cuidado utilizando métodos provenientes de la jardinería y la agricultura.
Entonces, el proyecto fue ayudar a las personas a hacer jardinería, lo que les daría algunos beneficios económicos al cultivar sus propios alimentos, les proporcionaría ejercicio moderado, pero lo más importante, les comunicaría a cómo cuidar su propia salud a través de alimentos que luego pueden usarse para cocinar, además, fue una oportunidad para explicar los principios de la farmacología, que también se basa en recetas para mezclar diferentes ingredientes y crear un producto saludable y comestible.
Ese proyecto se llamó “Danzando con Bacterias”. Cuando el Dr. Arturo en ReAct, América Latina escuchó el término, vio las posibilidades de que “Danzando con las Bacterias” se convirtiera en una nueva metáfora de cómo entender las interacciones humanas con las bacterias.
La idea principal es que los humanos podemos compartir el mismo espacio con las bacterias, sin necesariamente lastimarnos unos a otros. No tenemos por qué amar a las bacterias, pero podemos coexistir con cautela, sabiendo cómo mantenernos alejados del daño, luchando sólo si es necesario, pero sin matarlas indiscriminadamente.
La danza en sí es un proceso que describe muy bien todo tipo de negociaciones elaboradas entre dos entidades cualesquiera, en este caso, humanos y bacterias. Si nos fijamos en cómo opera la naturaleza y cómo operan los seres humanos en las propias sociedades humanas, estamos negociando constantemente recursos espaciales. impulsando nuestras ideas, absorbiendo nuevas ideas: hay una negociación constante. Y esta negociación es como un baile elaborado.Y la danza es una forma mucho más preferible de tratar incluso con adversarios porque la alternativa es la guerra, que no produce ningún resultado constructivo. Lo hemos visto porque la metáfora de la guerra en la medicina existe desde hace más de 100 años y no ha producido los resultados que queremos. Es por eso que, tenemos una resistencia tan grande a los antibióticos. Así nació originalmente la idea de Bailando con las bacterias.
¿Las bacterias pueden considerarse amigas o enemigas?
Las bacterias no deben ser consideradas ni amigas ni enemigas porque, así como en la vida real los seres humanos, no pueden ser considerados cien por ciento amigos o cien por ciento enemigos. Todo depende del contexto. En un contexto particular, alguien puede ser amigo, pero la misma persona puede ser enemiga cuando las circunstancias cambian. Como dije antes, es un sistema dinámico. No hay amigos ni enemigos permanentes.
Entonces, la categorización de las bacterias como buenas o malas, o como amigas y enemigas es tratar de ubicarlas en un marco de blanco y negro, lo cual es incorrecto. En realidad, siempre se trata de una situación fluida: las mismas bacterias comensales que se encuentran en el cuerpo humano, que la mayor parte del tiempo no causan ningún daño, en algún momento pueden volverse contra usted en determinadas circunstancias.
Hay muchas especies de bacterias en el cuerpo humano que son extremadamente importantes y críticas para nuestra propia supervivencia, como la E. coli en los intestinos; estas son las bacterias más numerosas en el cuerpo humano y ayudan a digerir los alimentos durante toda la vida, pero la misma especie bacteriana puede ser mortal para el cuerpo humano en un contexto particular de traumatismo grave.
Esta fluidez de las relaciones es de lo que se trata la “danza”, un movimiento y una negociación constantes para evitar peligros, hacer amistades y coexistir sin morir ni matar. Esta metáfora llama a los seres humanos a dejar de pensar en términos de blanco y negro, binarios de amigos y enemigos, buenos y malos, y comenzar a pensar de maneras más complejas. Esto se debe a que la vida es compleja y tenemos que aceptarla, comprenderla y responder a ella con matices. No debemos buscar respuestas y soluciones simplistas. La vida no es una conferencia de prensa. Es una tesis doctoral.
¿Cómo danzan las bacterias en nuestro mundo?
Las bacterias bailan porque son organismos vivos. Los organismos vivos tienen que bailar constantemente para poder sobrevivir o lograr lo que desean. Piénselo como si fuera un partido de fútbol: en un partido de fútbol, como jugador, no sabes dónde va a llegar el balón, quién lo va a recibir, cuándo se va a marcar el gol; hay que estar alerta todo el tiempo. Y estás negociando constantemente. Estás bailando constantemente.
El partido de fútbol es otra metáfora de la vida misma. Todos estamos dentro de este juego, en un juego enorme, donde jugamos según ciertas reglas. Pero hay que tener cuidado con lo inesperado, cuando se rompen las reglas, con las incertidumbres inherentes al juego. En cierto modo, la incertidumbre es la definición misma de la vida misma. Porque en realidad significa muerte; sólo la muerte es completamente segura. Si algo está vivo, siempre será incierto, lo que significa que tiene que estar constantemente alerta, negociar y responder al entorno, a las amenazas y también al potencial de vida.
¿Cuál es el desafío que tenemos que superar para que la gente entienda el concepto de danzar con las bacterias?
La clave es que tenemos que ayudar a la gente a desaprender y conectar la idea de bailar con bacterias con ejemplos de la vida cotidiana, donde, como dije antes, todos los organismos vivos están negociando todo el tiempo. La inutilidad de la guerra es que produce daños irreparables e irreversibles. En la guerra haces cosas que nunca podrán corregirse. Una vez que matas a alguien, no puedes devolverle la vida; entonces, es un daño irreversible.
La idea debería ser que, si naces en este planeta, al menos deberías dejar el planeta como estaba cuando naciste, no en peor situación. Y la guerra siempre deja a todos en peor situación, no mejora nada. Y el mismo principio de evitar cambios irreversibles debería aplicarse cuando tratamos con bacterias u otros organismos vivos (incluidos los humanos).
El problema más profundo para que la gente entienda el concepto de “Bailar con bacterias” es que muchas de nuestras ideas sobre las bacterias están impulsadas por el miedo y eso es comprensible porque las bacterias han sido la causa de grandes tragedias y muertes, incluso muertes masivas, por ejemplo, la peste en la historia europea.
Una vez que tienes miedo, piensas en términos de supervivencia mas no de convivencia. Entonces, el miedo actúa como un instrumento cegador: te impide ver lo que está sucediendo y responder con calma. Si te envuelve el miedo, te metes en un caparazón y desde dentro de ese caparazón quieres eliminar la amenaza.
Protegerse sin cesar debido al miedo es una patología definitoria de las sociedades humanas: la forma en que construimos ciudades fortificadas, el hecho de que cada país tiene ejércitos entrenados para matar, la cantidad de dinero gastado en armas y las carreras armamentistas a nivel mundial. Estos son indicios de que las sociedades humanas se han vuelto profundamente cautelosas, suspicaces y manipuladoras debido al miedo.
Entonces, la clave para ayudar a las personas a comprender el término de “Bailando con bacterias” es ayudar a reducir su miedo: qué lo impulsa y por qué es contraproducente.
La danza es una metáfora del amor a la vida, mientras que el miedo es un signo de necrofilia: en última instancia, conduce al abrazo de la muerte. No puedes vivir toda una vida preocupándote por morir o no tendrás tiempo para vivir.
La pregunta para la gente es ésta: ¿juegas, negocias y bailas con las bacterias? ¿O estás constantemente ansioso por la muerte, lo que genera más miedo y violencia? El problema es que cuanto más violencia perpetras, más miedo te da. Al igual que el uso excesivo de antibióticos genera resistencia en las bacterias que luego afecta nuestra salud. Lo que le haces a los demás, ya sea a otros organismos vivos, a las bacterias o al planeta, en última instancia te lo haces a ti mismo.Entonces, la idea más profunda de Bailando con las bacterias exige comportarse con el mundo como a usted le gustaría que se comportara consigo mismo, no por miedo sino por confianza. Imaginar un mundo en el que danzar con las bacterias sea aceptable significa imaginar un mundo en el que vivamos sin miedo.
¿Cómo imaginamos un mundo que danza en armonía con las bacterias y cuál es su ventaja?
Imaginar un mundo donde Bailar con Bacterias sea la norma significa imaginarlo sin miedo, pero compartiendo, cooperando y coexistiendo. En donde no tengamos miedo de las amenazas percibidas, donde estemos dispuestos a negociar, interactuar, intercambiar ideas y recursos, donde estemos dispuestos a abrazar a otros organismos y al planeta mismo.
No podemos ver la vida y nuestro planeta como una guerra en la que “el poder es lo correcto” y sólo sobreviven los más aptos. Si piensas en ti mismo como una fortaleza individual amenazada, verás enemigos en todas partes y harás guerras interminables contra el mundo.
Bailar con bacterias nos permite afirmar la vida a través de una colaboración optimista, mientras que la beligerancia impulsada por el miedo patológico y la desconfianza termina destruyendo la vida por el impulso de autoconservación utilizando la violencia.
El miedo y la ansiedad lo distorsionan todo, ya sea en una relación personal o social. La ansiedad engendra sentimientos, emociones y reacciones negativas, mientras que el miedo genera violencia. Un mundo sin miedo sería beneficioso para todos. En un mundo así, uno podría comprometerse con la tarea y el proceso de vivir y disfrutar la vida. La vida misma es un regalo maravilloso, pero a menudo dedicamos nuestro tiempo a salvaguardarla. Es como recibir un regalo de la naturaleza y envolverlo en capas de embalaje, sin disfrutar nunca realmente del regalo. La esencia de vivir es quitar este envoltorio y dejar brillar el regalo.
¿Cómo comprender el mundo microbiano a través del arte?
Comprender el arte es crucial aquí: no se limita a formas específicas como la pintura, la danza o la música. El arte puede manifestarse en cualquier lugar, incluso en actividades cotidianas como la cocina de una abuela o el trabajo de un carpintero. Todo el mundo es y puede ser artista.
El arte es esencialmente la forma de captar la verdad con belleza. El buen arte se comunica directamente con la gente. Un poema bien elaborado, por ejemplo, puede transmitir lo que se necesitaría un libro entero para expresar. Los artistas tienen una habilidad única para conectar puntos y comunicar varias verdades de manera efectiva.
Al comprender profundamente el mundo de las bacterias, los artistas pueden obtener información sobre cómo se forma, sobrevive y prospera la vida. Sus obras de arte pueden ayudar a todos a comprender el mundo microbiano y su importancia para todos nosotros.De hecho, cualquier artista reconocerá que las bacterias también, a través de su constante experimentación, vida, respuesta y negociación, producen arte. Todas las formas de vida dependen del mundo microbiano, lo que convierte a las bacterias en los mayores artistas de nuestro mundo. Reconocer las bacterias y sus obras de arte es fundamental para convivir pacíficamente con ellas.
Reflexiones de lo diminuto y lo viviente. Arte, bacterias y microbioma.
La metáfora convertida en obra
A través del diálogo entre las artes, las ciencias, los saberes ancestrales, la ecología, la salud planetaria y la acción frente a la resistencia a los antibióticos, emerge la obra “Danzando con las Bacterias”, una obra dirigida por Alexis Zapata, musicólogo, docente universitario de la Universidad de las Américas, quien dirige esta puesta en escena con el enigma de que las artes transforman nuestros miedos en conocimientos, sabiduría y gozo.
Aquí se experimentan los 10 movimientos de esta obra que narran una faceta de la compleja y apasionante historia, entre los seres humanos, las bacterias y la madre tierra:
- La frecuencia del todo: una vibración en nuestro ser, desde que una misteriosa bacteria inaugura la vida.
- 3.8 millones de años juntos: las primeras bacterias son las ancestras de todos los seres vivos.
- La era preantibiótica: la ruptura que produjo las epidemias, sumergiendo a la humanidad en pánico y dolor.
- Metáfora de la guerra: el uso excesivo de los antibióticos se podría comparar con una guerra que incentiva la resistencia antimicrobiana.
- Amar como las aves: un mundo vivo y microbiano interconectado.
- Una melodía oscura, en una sinfonía de luz: la falta de sabiduría para danzar con las bacteria nos hace pensar en un futuro incierto.
- Allpami kanchik (somos tierra): los seres humanos somos planetas habitados por microbios.
- Danzando con las bacterias: una invitación a danzar con las bacterias contemplando su belleza.
- Todo lo que podemos aprender de las bacterias: respetar la biodiversidad, comprender el mundo bacteriano para mejorar la humanidad.
- Seré la luz y la decisión: la búsqueda del remedio para un planeta enfermo que nos moviliza.
A través de estos movimientos, sentimos y vivimos esta experiencia, hoy el arte nos invita a conocer nuestra esencia, nuestro componente más diminuto, mediante la sinergia del arte y la ciencia.
Cada vez son más los colectivos y grupos que se suman a este movimiento, que busca una comprensión completa de la importancia de convivir con los microorganismos, un desafío que impulsa ReAct a nivel mundial.
Escuche el disco de Danzando con las Bacterias