Infección y muerte de los trabajadores de la salud por COVID-19
Investigación publicada por la revista británica: BMJ Global Health.
En una revisión sistemática de 152 888 infecciones y 1413 muertes registradas durante la primera fase de la pandemia hasta el 8 de mayo del 2020, el estudio destaca que: las infecciones fueron principalmente en mujeres (71,6%, n=14058) y enfermeras (38,6%, n=10706), pero las muertes fueron principalmente en hombres (70,8%, n=550) y médicos (51,4%, n=525). Los datos limitados sugirieron que los médicos generales y las enfermeras de salud mental fueron las personas de mayor riesgo de muerte. Se notificaron 37,2 muertes por cada 100 infecciones para los trabajadores sanitarios mayores de 70 años. Europa registró el mayor número absoluto de infecciones (119628) y muertes (712), pero la región del Mediterráneo oriental registró el mayor número de muertes por cada 100 infecciones (5,7).
¿Cuáles son los nuevos hallazgos del estudio?
► Entre los médicos, los generales fueron los de mayor riesgo de muerte, mientras que la especialidad de enfermería de mayor riesgo fue la salud mental.
► La mayoría de los casos y muertes por COVID-19 se notificaron en el rango de edad de 50 a 59 años, mientras que el grupo de más de 70 años tuvo la tasa de letalidad más alta.
► Europa tuvo el mayor número de infecciones y muertes, pero la tasa de letalidad más baja, mientras que la región del Mediterráneo Oriental tuvo la tasa de letalidad más alta; por población, regiones como el subcontinente indio y África registraron un número relativamente bajo de infecciones y muertes.
¿Qué implican los nuevos hallazgos sobre el personal sanitario?
Según el artículo publicado por el British Medical Journal, BMJ GLOBAL HEALHT, los siguientes son los aprendizajes, conclusiones y sugerencias del estudio:
► Aunque los médicos que trabajan en determinadas especialidades pueden considerarse de alto riesgo debido a la exposición frecuente a secreciones oronasales, no debe subestimarse el riesgo para otras especialidades del personal sanitario.
► Las altas tasas de morbilidad y mortalidad en los trabajadores de la salud de edad avanzada pueden requerir asignarlos a entornos menos riesgosos, como telemedicina, clínicas para pacientes ambulatorios sin COVID-19 o puestos administrativos.
► Además, las disparidades entre las regiones del mundo pueden ser una verdadera diferencia o pueden reflejar sesgos de informes y pruebas.
Luego de más de un año de enfrentar la pandemia, se puede inferir del cansancio al que está sometido el personal sanitario debido al alto número de muertes que han tenido que presenciar, la presión por las decisiones para priorizar a quién brindar lo servicios sanitarios por la falta de equipo e infraestructura, y las largas jornadas de trabajo.
De allí, proteger a todos los trabajadores de la salud (TS) de la infección y la muerte debe ser un elemento central de cualquier respuesta a una pandemia. Es esencial para el bienestar de los propios trabajadores sanitarios y de los sistemas de salud en general debido al papel fundamental que desempeñan los trabajadores sanitarios para hacer frente a las pandemias. Un aumento en la infección y la mortalidad de los trabajadores sanitarios pone en riesgo a los pacientes, aumenta la carga sobre los trabajadores sanitarios no infectados y, en general impide una atención segura, eficiente, eficaz y de calidad.
El aprendizaje de la pandemia de COVID-19, hasta ahora, nos ha dejado lecciones importantes que deben asimilarse para prepararse para posibles nuevas oleadas de la COVID-19 y que también contribuirán a la resiliencia general de las respuestas a la pandemia.
Para garantizar que todos los trabajadores sanitarios estén continuamente protegidos se recomienda: capacitación en control de infecciones; provisión adecuada y oportuna de quipos de protección personal; diagnóstico temprano y tratamiento basado en las mejores prácticas actuales; horario flexibles para evitar el exceso de trabajo, etc.